La Masonería Española está muy viva: Declaración del Gran Maestre de la GLSE

La Masonería española está muy viva y se rejuvenece con el tiempo. No es una afirmación gratuita: lo podemos sustentar con datos e informaciones de nuestra Gran Logia. Debemos desmontar falsos mitos acerca de la Masonería y rechazar con eso, con la rotundidad de los datos y estadísticas, lo que son meras opiniones que, por desgracia, pretenden hacer daño a una institución que es una escuela de libres pensadores.

La Gran Logia Simbólica Española es una institución completamente democrática. Los miembros del Gran Consejo se eligen de forma democrática: cada Hermano o Hermana tiene un voto igual que cualquier otro, independiente de su sexo o edad masónica. También el presidente, conocido entre nosotros como Serenísimo Gran Maestre, es elegido de forma directa por todos los masones y masonas con plena igualdad de derecho de voto. Algunos se pueden preguntar si esto es impropio de una institución masónica, cuando en algunas obediencias el Maestro o el “Maestro instalado” tienen ciertos privilegios. En mi opinión, demasiadas veces confundimos la edad masónica con la edad profana. 

Los órganos de dirección de la GLSE tienen una función de gestión, de representación, de orden interno. Su cometido es facilitar el trabajo de las Logias, entre otros. El rito, su conservación, su interpretación, su implementación, está en manos del Supremo Consejo o del Gran Capítulo, instituciones que en nuestra casa son totalmente independientes.

¿Puede un aprendiz masón decidir cómo se gestiona su organización? Pues, como persona adulta que es, creo que sí. ¿Puede opinar acerca del rito? Eso es otra cosa. Por ello nuestra Gran Logia tiene una democracia plena, sin diferencias de edad masónica, y respetando los principios constitucionales y derechos humanos de igualdad de género.

Como consecuencia de todo eso, todos los hermanos y hermanas elegimos un Gran Consejo con una edad media inferior a los 40 años, que se instaló ahora hace justo un año. ¿Nos ha ido mal? Bien, veamos a los datos:

-La Gran Logia ha crecido este año un 7% en miembros
-Ha aprobado el levantamiento de columnas de 6 nuevas logias
-Se han iniciado trabajos en dos nuevos ritos
-Se ha aprobado la compra de un nuevo local en Madrid
-En la Asamblea anual participaron 150 hermanos y hermanas, una de las cifras más elevadas en los últimos años.

¿Ha sido todo paz y gloria? Pues no: cualquier entidad compuesta por seres humanos sufre nuestros propios defectos, esos que intentamos pulir cada día, y el secreto sirve también para conservar puertas adentro aquello que no debemos llevar fuera de los templos. Pero se difunden demasiados ejemplos que buscan mostrar lo negativo de una organización, obviando el trabajo diario de muchos hermanos y hermanas.

¿Por qué decimos que estamos vivos? Pues porque la Gran Logia ha crecido de forma sostenida una media de un 3% en los últimos 15 años. Cierto que hace casi cuatro décadas se empezó en España de cero, y crecer era fácil; pero la imagen de la Masonería que sigue implantada a machamartillo en el imaginario de una gran parte de la población española no ayudó en absoluto.

Por fortuna, las nuevas generaciones ya no tienen esos prejuicios. Esto facilita el crecimiento y rejuvenecimiento de nuestra institución. También lo apoyamos con datos. Si en los años 90 la media de edad en la Gran Logia Simbólica Española era de algo más de 64 años, en abril de 2019 era de 54,4 años. La edad media de la población española es de 44,21 años (datos Instituto Nacional de Estadística, INE 2019). Pero esta media del total de la población incluye recién nacidos, y en nuestro caso no es así: para ser masón es indispensable ser, como mínimo, mayor de edad. Creo que se puede afirmar que, en distribución por edades, somos un reflejo más, y muy fiel, de la sociedad española.

¿Y la incorporación de la mujer? A día de hoy, el 33,4% de nuestros miembros son mujeres. Esto quiere decir que aún nos queda trabajo por hacer en este campo, pero podemos garantizar que hombres y mujeres trabajan con total igualdad. Hemos estudiado el tiempo que se tarda en llegar del Grado de Aprendiz al de Maestro, tanto en el conjunto de los miembros de la Gran Logia como por géneros: no hay diferencias significativas entre hombres y mujeres. 

¿Y qué podemos decir de la nacionalidad de nuestros miembros? Pues que el 85% son de nacionalidad española. Según datos del INE, el 10,7% (2019) de la población que reside en España es extrajera. Si consideramos que la GLSE tiene tres logias fuera de España, pues está claro que ese es otro dato más que demuestra que la Gran Logia es un reflejo totalmente normal de la sociedad en la que vivimos.

¿La Masonería es una institución elitista? Pues vamos a por más datos. Al ingresar, todos aquellos que así lo desean declaran cuál es su trabajo, cómo se ganan la vida. Las profesiones más frecuentes son, por este orden: docentes (profesor de primaria, secundaria, universitario, etc), seguidos de administrativos, abogados y profesionales del ámbito sanitario (medicina, enfermería, etc). En los casi 3.000 registros históricos de nuestra base de datos hay absolutamente de todo: amas de casa, estudiantes, jubilados, comerciales, profesionales autónomos y un largo etcétera. Como la sociedad misma.

¿Estos datos representan la Masonería en España? No. Son los datos de la Gran Logia Simbólica Española. Ninguna organización masónica ostenta la representación en exclusiva de la Masonería española. Ninguna organización puede hablar en nombre de todos. Ningún Gran Maestre detenta la representatividad de la Masonería en España: solo puede hablar por aquellos que lo han elegido y bajo los límites que establezcan sus reglamentos internos. Ninguna Obediencia tiene la exclusiva del método masónico. 

Y ninguna obediencia es “regular” o “irregular”. Irregular, según la RAE, es aquel que está fuera de regla o contrario a una regla. ¿Son diferentes los rituales, los símbolos, el trabajo en logia de unos y otros? ¿Es sustancialmente diferente la iniciación? ¿Se es “irregular” por no excluir a las mujeres simplemente porque son mujeres? ¿Se es “regular” por privar del voto a la mayor parte de los miembros de una organización?

En la sociedad española, como en cualquier sociedad civilizada de nuestro tiempo, alguien puede ser tachado de socialmente “irregular” si priva de sus derechos a la mitad de la sociedad, como son son las mujeres, o si levanta una organización sin bases realmente democráticas.

Pero por fortuna estamos en una sociedad abierta y plural, y cada uno puedo organizarse libremente como mejor considere. Ninguno ostenta patente o bula exclusiva que le permita representar al resto, hablar por los demás, sentirse el único que tiene razón y decir que todos los demás son herejes o no existen.

Hoy, en junio de 2019, la Gran Logia Simbólica Española tiene 792 miembros y 48 logias. Nuestras logias trabajan en cualquiera de las lenguas oficiales de España, y deciden si van a usar el rito Escocés, el Francés y, desde hace unos meses, también el de Memphis y el de Emulación.

No nos da ningún pudor decirlo en público. Estamos vivos. Estamos muy vivos, cada vez más, y las querellas y rencillas de otras organizaciones masónicas no son las nuestras, ni nos afectan, ni alteran nuestra paz ni nuestro trabajo. Ni tampoco nos representan ante la sociedad.

 

Xavier Molina Figueras
Serenísimo Gran Maestre
Gran Logia Simbolica Española

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