
La Masonería española está muy viva y se rejuvenece con el tiempo. No es una afirmación gratuita: lo podemos sustentar con datos e informaciones de nuestra Gran Logia. Debemos desmontar falsos mitos acerca de la Masonería y rechazar con eso, con la rotundidad de los datos y estadísticas, lo que son meras opiniones que, por desgracia, pretenden hacer daño a una institución que es una escuela de libres pensadores.
La Gran Logia Simbólica Española es una institución completamente democrática. Los miembros del Gran Consejo se eligen de forma democrática: cada Hermano o Hermana tiene un voto igual que cualquier otro, independiente de su sexo o edad masónica. También el presidente, conocido entre nosotros como Serenísimo Gran Maestre, es elegido de forma directa por todos los masones y masonas con plena igualdad de derecho de voto. Algunos se pueden preguntar si esto es impropio de una institución masónica, cuando en algunas obediencias el Maestro o el “Maestro instalado” tienen ciertos privilegios. En mi opinión, demasiadas veces confundimos la edad masónica con la edad profana.
Los órganos de dirección de la GLSE tienen una función de gestión, de representación, de orden interno. Su cometido es facilitar el trabajo de las Logias, entre otros. El rito, su conservación, su interpretación, su implementación, está en manos del Supremo Consejo o del Gran Capítulo, instituciones que en nuestra casa son totalmente independientes. Sigue leyendo